DENISE NAJMANOVICH

Travesías

Grupos anuales 2021

Comienzan  los grupos anuales de pensamiento.

 

POR EL MOMENTO DEBIDO A LA PANDEMIA NOS ENCONTRAMOS POR VIDEOLLAMADA A TRAVÉS DE ZOOM.
La propuesta es mirar con otros ojos para poder pensar de otros modos en un grupo interdisciplinario e indisciplinado (no es necesario tener ningún título académico).
Si querés participar en alguno de ellos te sugiero reserves tu vacante porque son muy pocas, ya que los grupos son pequeños, y participativos.

A quienes estén interesades les pido que me escriban lo antes posible a denisenajmanovich@gmail.com

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Pensar los cuidados hoy: una tarea urgente

Llevamos ya un año desde el incio de la pandemia. Los cuidados necesarios no han sido aún comprendidos, en muchos casos se limitaron al control que en muchos lugares fue más bien represión, en otros se nos habla de la responsabilidad individual sin comprender que la responsabilidad es siempre vincular y en estos casos es crucial que sea el fruto de la  activa participación comunitaria.

No es de extrañarnos que esto ocurra en una cultura donde la seguridad reemplazó el cuidado, en la que éste se concibe más como control que como encuentro potenciador, en que se prefieren protocolos (aunque raramente funcionen) a la atención cuidadosa, en la que nadie cuida a los que cuidan y en la que muchxs preferiríamos evitar o limitar algunos de los cuidados que nos imponen.

Hoy más que nunca es preciso pensar los cuidados, su ambiguedad y su importancia, sus capturas y sus desafíos, para revitalizar la vida y la convivencia comprendiendo que no estamos aislados sino entramados, que no somos individuos independientes, sino parte entre partes en un planeta herido en buena parte por nuestra incomprensión.

Les dejo una breve reflexión a partir del spot del Gobierno argentinos sobre Cuidadanía.

 

 

Quienes quieran seguir pensando sobre el tema pueden inscribirse a la jornada intensiva que daré el sábado 13 de febrero. Para eso escríbanle a nat: travesias.nat@gmail.com
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Nosotras nos tomamos en serio la cuidadanía..   y prevenimos su vaciado de contenido con humor

Nosotras nos tomamos en serio la cuidadanía..   y prevenimos su vaciado de contenido con humor

 

Desde hace unos días el gobierno lanzó una campaña de prevención con un spot publicitario del gobierno nos propone que “Practiquemos la cuidadanía para evitar la segunda ola de COVID-19. Seamos responsables y solidarios.” La voz de Saborido invita a quienes se cuidan a resistir a los  ataques de los “perejiles”.

El video se inicia con la frase “Hacemos prevención con humor, porque esto es algo serio”… terminando con “Señor cuidadano, no haga caso a la gilada y sea orgulloso miembro de la comunidad… practiquemos la cuidadanía”.

Advertimos el llamamiento al “Señor cuidadano” y allí se  encienden todas nuestras alertas. ¿Desde cuando el  “cuidadano” es un varón? En toda la historia de nuestra cultura los cuidados estuvieron a cargo de las mujeres, y precisamente por eso fueron degradados, desconsiderados y, por lo general, ni siquiera agradecidos. Sólo en nuestro país las cuidadanxs, en su inmensa mayoría mujeres, aportan  el 15% de Producto Bruto Interno sin ningún reconocimiento ni remuneración.

La cuestión de género nunca es menor en nuestra cultura y  el video lleva a que se borre con el codo lo que se escribe con la mano: el “señor cuidadano” es un individuo solitario contra la “gilada, los ignortantes y los perejiles” y que aparece como un héroe en su decisión y resistencia. Un solitario con “conciencia solidaria” que en el video lo único que expresa verbalmente es: “Me estoy cuidando”.

La cuidadanía es una propuesta feminista para todes, un modo diferente de habitar la convivencia comprendiendo que somos entredependientes y no individuos aislados.

La propuesta feminista de cuidadanía no busca la heroicidad, ni degrada a los que no coinciden, sino que pone la vida en común en el centro respetando a todes, incluso a los que piensan distinto, o directamente no piensan. No es conciencia moralista, es despliegue de vitalidad en el cuidado mutuo, albergando la diversidad. Es hacerle las compras a los adultxs mayores, apoyar a los médicxs del edificio, salir lo menos posible, comprar en las cercanías para sostener a los pequeños comercios, colaborar con los comedores populares, y miles de otros pequeños grandes gestos que hacen a la convivencialidad.

La propuesta de la cuidadanía es hacer visible la vulnerabilidad de la vida  y al mismo tiempo su potencia cuando promovemos prácticas colaborativas basadas en redes de apoyo mutuo y democratización de los cuidados.

Como destaca Laura Kravetz: “La salida no es solidaria, es colectiva”. No precisamos más héroes ni resistentes, necesitamos personas capaces de habitar la experiencia compartida.

No queremos seguir acaparando el cuidado que el patriarcado nos delegó, deseamos compartirlo, extenderlo, ampliarlo, y sabemos que nunca lo lograremos si calificamos y tratamos  a los que no están de acuerdo como “la gilada” o “los ignorantes”.

El video termina con el  “señor cuidadano” guiñando el ojo y bajándose el barbijo… es decir descuidándose. Nuevamente se encienden las alarmas:  Qué lejos están de los cuidados los que produjeron este spot, y que cerca de la publicidad y sus guiños.

El humor… ausente salvo en la declaración en off.

La cuidadanía sí es alegre porque es potencia vital,  práctica cotidiana. Ya  aprendimos que lo personal es político, y el cultivo del cuidado común, fuente poética y generativa.

En la propuesta de cuidadanía no hay espacio para el juicio, la burla y el sarcasmo. Promovemos la conversación tensa e intensa en la diferencia, desde la legitimidad de todes.

Todavía felices con la aprobación de la ley del aborto  y las importantes decisiones que se viene tomando con la creación de los ministerios de las mujeres géneros y diversidad, saludamos el intento del uso del término CUIDADANIA, pero trabajaremos arduamente para que no se lo vacíe de contenido y se continúe profundizando.

Firmas

Ana Lorenzi, Anahí Almasia, Carolina Huffmann, Cecilia Ciancio, Constanza Eliggi, Daniela Ferlan, Daniela Maturano, Denise Najmanovich, Irene Bilmes, Lucila Guichón, Lucía Squillacioti, Luciana Lima, Maria Gabriela Sanchez, Mirella Villanueva, Susana Torres Molina,  Verónica Laura Molinero, Virginia Brarda.

 

Conferencia realizada por la Dra. Denise Najmanovich hablando sobre CUIDADANIA:

 

Aquí el link con el spot al que hacemos referencia:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Carta de Susan Sontag a Borges

 

13 de junio de 1996
Nueva York

Querido Borges:

Dado que siempre situaron su literatura bajo el signo de la eternidad, no parece demasiado extraño dirigirle una carta. Si alguna vez un contemporáneo pareció destinado a la inmortalidad literaria, ése fue usted. Fue en gran medida el producto de su tiempo, de su cultura y, sin embargo, supo cómo trascender su tiempo, su cultura, de un modo que parece del todo milagroso. Esto tenía algo que ver con la amplitud y la generosidad de su atención. Fue el menos egocéntrico, el más transparente de los escritores, así como el más ingenioso. Algo tuvo que ver asimismo con una pureza natural de espíritu. Aunque vivió entre nosotros durante un tiempo más bien largo, perfeccionó las prácticas de la exigencia y la indiferencia que también lo convirtieron en un experto viajero mental a otras eras. Tuvo un sentido del tiempo diferente del de los demás. Las ideas comunes de pasado, presente y futuro parecían nimios bajo su mirada. A usted le gustaba decir que cada momento del tiempo contiene el pasado y el futuro, citando (según recuerdo) al poeta Browning, que escribió algo así como “el presente es el instante en el cual el futuro se derrumba en el pasado”. Eso, por supuesto, era parte de su modestia: su gusto por encontrar sus ideas en las ideas de otros escritores. Esa modestia era parte de la seguridad de su presencia.
Fue un descubridor de nuevas alegrías. Un pesimismo tan profundo, tan sereno como el suyo no precisaba de indignación. Más bien, tenía que ser inventivo… y usted era, sobre todo, inventivo. La serenidad y la trascendencia de la identidad que usted encontró son, para mí, ejemplares. Usted demostró que no es necesario ser infeliz, aunque se pueda ser completamente esclarecido y desengañado sobre el terrible estado de todo. En alguna parte usted dijo que un escritor –delicadamente agregó: todas las personas– debe pensar que toda cosa que le sucede es un recurso. (Estaba hablando de su ceguera.)
Usted ha sido un gran recurso para otros escritores. En 1982 –es decir, cuatro años antes de su muerte– dije en una entrevista: “En la actualidad no hay otro escritor que importe más a otros escritores que Borges. Muchos dirían que es el escritor vivo más importante… Muy pocos de hoy no han aprendido de él o lo han imitado”. Eso sigue siendo cierto. Todavía seguimos aprendiendo de usted. Todavía lo seguimos imitando.
Usted le ofreció a la gente nuevas maneras de imaginar, al tiempo que proclamaba una y otra vez nuestra deuda con el pasado, sobre todo con la literatura. Afirmó que le debemos a la literatura casi todo lo que somos y lo que hemos sido. Si los libros desaparecen, desaparecerá la historia y también los seres humanos. Estoy segura de que tiene razón. Los libros no son sólo la suma arbitraria de nuestros sueños y de nuestra memoria. También nos ofrecen el modelo de la propia trascendencia. Algunos creen que la lectura es sólo una manera de evadirse: una evasión del mundo diario “real” a uno imaginario, al mundo de los libros. Los libros son mucho más. Son una manera de ser del todo humano.
Lamento tener que decirle que los libros en la actualidad son considerados una especie en extinción. Por libros también quiero decir las condiciones de la lectura que posibilitan la literatura y sus efectos en el espíritu. Pronto, nos dicen, tendremos en “pantallas-libros” cualquier “texto” a nuestra disposición, y se podrá cambiar su apariencia, formularle preguntas, “interactuar” con él. Cuando los libros se conviertan en “textos” con los que “interactuamos” siguiendo criterios utilitarios, la palabra escrita se habrá convertido simplemente en otro aspecto de nuestra realidad televisada regida por la publicidad. Éste es el glorioso futuro que se está creando, y que nos prometen, como algo más “democrático”. Por supuesto, ello implica nada menos que la muerte de la introspección… y del libro. Esta vez no habrá necesidad de una gran conflagración.
Los bárbaros no tienen que quemar los libros. El tigre está en la biblioteca. Querido Borges, créame que no me satisface quejarme. Pero ¿a quién podrían estar mejor dirigidas estas quejas sobre el destino de los libros –de la lectura misma– que a usted?
Todo lo que quiero decir es que lo echamos de menos. Yo lo echo de menos. Su influencia decisiva continúa. La época en que ahora estamos entrando, este siglo 21, pondrá a prueba al espíritu de maneras nuevas. Pero, se lo aseguro, algunos no vamos a abandonar la Gran Biblioteca.
Y usted seguirá siendo nuestro patrono y nuestro héroe.
Susan Sontag, Cuestión de énfasis
Recopilación póstuma de ensayos, 2007
Traducción Aurelio Major
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Juegos finitos e infinitos. Pensar de otro modo para potenciar la vida

Con la organización de «Espíritu Guerrero» hicimos una tertulia para expandir nuestros modos de pensar, compartir, conversar.

En mi próximo semimario, para el que faltan apenas unos días para comenzar tendremos un espacio-tiempo para pensar con otros una relación diferente con la naturaleza, con les otrxs, con nosotrxs mismos. Para inventar otros juegos que nos permitan salir de las capturas metodológicas y gestar nuevas comprensiones, narraciones, conversaciones que nos potencien. Un seminario que explorará otros modos de vivir-convivir, otros sentidos y otras prácticas de cuidados, poniendo la vida en el centro.

Lxs interesadxs escriban a travesias.nat@gmail.com que ya quedan muy pocas vacantes! Más información aquí

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Jugar la convivencialidad y la cuidadanía en tiempos de pandemia

En el trayecto hacia mi próximo seminario virtual: «Cuidadanía, Convivencialidad y Complejidad»  los invito a una tertulia para pensar estos tiempos pandémicos desde otras miradas que ni suponen ni desean una «normalidad» sino una vida plena en el encuentro y respeto de todes.

Actividad gratuita. Los invito a participar y a difundir.
Inscripcion previa acá: https://forms.gle/9VcqCSZNBPjYZSrz5

 

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Pensar, imaginar, tejer modos de vida en un planeta herido

Les comparto esta nota a mi entender crucial para pensar los tiempos que estamos viviendo, y sobre todo para gestar activamente un modo de existencia que promueva la vida en lugar de apropiarla.

Es una reseña de la obra de Donna Haraway, que es una de la autoras que han nutrido mis reflexiones y que es parte del tejido de mi próximo seminario.

Pueden encontrarla aquí

Les dejo también el temario del seminario virtual que comenzará el 12 de Agosto…si se tientan escriban pronto a travesias.nat@gmail.com

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Ciudad de los cuidados

Formando parte del ciclo (RE!)PARAR Les comparto el video del encuentro: Ciudad de los cuidados en el que tuve el gusto de participar con Mara Sánchez Llorens y Carolina Quiroga. La atmósfera común fue la de pensar por fuera de los mandatos, abrir otras formas de pensar-habitar-gestar la ciudad desde los cuidados…un tema que trataré a fondo en mi próximo seminario «Cuidadanía, Convivencialidad, Complejidad» (más información aquí)

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Del control al encuentro en tiempos de pandemia

Videocharla vía Zoom para pensar en estos tiempos agitados.

Se quedó mucha gente afuera, así que para lxs que no pudieron participar comparto la grabación y lxs invito especialmente a reflexionar sobre estos temas y otros más en el seminario virtual que está por comenzar «Complejidad Contemporánea: ¿Sociedad de Control o Ética del Encuentro?».

En la situación actual sus contenidos se han vuelto más necesarios…y hasta urgentes, para no sucumbir al miedo y abrir oportunidades hasta ahora impensables.

Espero que puedan ver el video y recibir sus resonancias, si les interesa inscribirse en esta nueva travesía, escriban travesias.nat@gmail.com porque muy prontito vamos a zarpar
cariños a todxs, Denise..sigue el video
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Videoconferencia participativa «Del Control al Encuentro en Tiempos de Pandemia»

Una invitación a pensar la pandemia en la trama de la vida sin quedar cautivos del control, el miedo, y la nefasta épica de la guerra. Es preciso salir de la captura del foco instituido e indagar en la generación de la pandemia, comprender las relaciones ecosistémicas y nuestra participación en ellas para gestar transformaciones en nuestro modo de existencia que nos ayuden a no volver a la normalidad, porque la normalidad es el problema.
Un espacio para dejarnos sorprender por lo que está aconteciéndonos en lugar de encajarlo en lo ya sabido.

Espero que les guste la propuesta y se sumen escribiendo a denisenajmanovich@gmail.com

JUEVES 9 DE ABRIL – 11.30 AM (GTM-3) – GRATIS

 

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A 15 años de la partida de Ignacio Lewkowicz

Recordando a Ignacio Lewkowicz

Hace 15 años que te fuiste, y aún tus ecos siguen resonando en nosotrxs. En aquel tiempo te despedí con una carta en Campo Grupal. Hoy la releí y la suscribo con el mismo énfasis, auque el estupor haya pasado y el dolor se hay atenuado, te seguimos pensando Nacho. Ya no usamos la @, decimos Nosotrxs, o Nosotres, pero seguimos buscando modos de gestar un pensar colectivo que promueva la vida, que genere sentidos comunes en lugar de quedar cautivos en lo ya sabido.

Nosotr@s

Por Denise Najmanovich

 

Uno sólo muere cuando esta solo.

M. Yourcenar

Perplejos y desasosegados. Así nos encontramos, Ignacio. En estos  -pocos- días desde que te fuiste me acompañaron tus libros, los mails que no sé por qué guardé, los recuerdos. En un itinerario ni prefijado ni forzado, fueron surgiendo analogías, dibujándose cuestiones, estableciéndose conexiones que finalmente han ido tomando cuerpo en este texto.

No podemos evitarlo. Seguimos pensando. Pensamos con una intensidad disminuida, un poco confusos, sintiendo tu falta. Aún así no podemos –ni queremos- evitarlo, pensamos por vocación y por vicio, por necesidad y por impulso. Pensamos en plural, ya que hemos aprendido que al singular le excede este cometido. Hoy la potencia de nuestro plural está encogida, atenuada…pero insiste.

Ya sé que si pudieras leer esto estarías sonriendo: he estado oscilando entre el plural y el singular: ¿Un “golpe de estado” del ego? ¿o será que no es fácil habitar el nosotr@s? ¿habrá sido sólo la inercia de la gramática o fue más bien la prepotencia del yo la que me hizo deslizar por el tobogán sintáctico? Como te gustaba decir: depende. Tal vez un poco de cada cosa y algo más que ha de quedar en el misterio.

Ya era difícil hablar de la experiencia que hasta anteayer considerábamos totalmente propia, íntima, exclusivísima, en clave de “nosotros”. Tenemos además que vérnosla con la arroba. ¡Qué escándalo!.

Sin embargo, no podía ser de otra manera: cuando el yo se evapora en las aguas, se desvanece también el género. ¿Qué nos queda? Tal vez todo esté allí, pero revuelto, transfigurado, gracias al eterno baile entre la permanencia y el cambio, entre el nacimiento y la muerte. El “Ser” (si, ese que iba siempre en mayúscula, aquel para el que el tiempo era tan sólo una eternidad móvil) está metamorfoseándose en devenir, en advenir, en estar siendo.

¿Quién piensa cuando la gramática se ha alterado? ¿Qué significa pensar? Estas cuestiones te/nos acuciaban, nos urgían, nos estimulan (como verás el entrevero temporal no es menor que el de personas y géneros). En tus seminarios, en las mesas redondas, en las conversaciones casuales, en la conferencias que dictabas, y me atrevo a conjeturar que también  bajo la ducha o en el café, ibas tejiendo una nueva trama, una textura diferente de propuestas (no meras respuestas) que tomaron forma pública en la página Web del Estudio,  y sobre todo en tu último libro: “Pensar sin estado. La subjetividad en la era de la fluidez”.

Qué extraordinario regalo nos legaste, Ignacio. Qué atrevimiento el tuyo de escribir sin una cita que te proteja a cada paso, sin jerga que te sostenga en la pertenencia a un club, sin concluir, ni cerrar, haciendo honor a tus palabras cuando dijiste que: “pensar todo de nuevo implicaba también pensar de nuevo cómo se hace para pensar”.

En tu “Nosotros. Apuntes para una microfísica del pensar” nos contabas una escena maravillosa de la película Kaos de los hermanos Taviani, realizada en base a cuentos de Pirandello. Aquella en que el mismísimo autor está conversando con su madre que acaba de morir y lamenta  su pérdida diciéndole: “Cuando estabas viva sentada en ese mismo sillón yo podía pensar «Si ella desde lejos me piensa, yo estoy vivo«.

Hoy ya no contamos con vos Ignacio para que nos pienses. Sin embargo, hay preguntas que nos siguen incitando, tus textos nos siguen acompañando y seguimos siendo nosotr@s, aunque no somos los mismos. Es más, seguirás existiendo en nosotr@s, porque nadie muere si no está sólo, y vos estabas en nosotr@s y seguiremos pensando(te).

En esta era de la globalización, de la erosión del estado, del colapso del ego en que vivimos simultáneamente el imperio de la insignificancia y la desmesura del individualismo, la existencia se ha vuelto precaria. Nos sentimos frágiles, huérfanos de garantías, erosionados los pilares que nos sostenían. El sentido ya no viene dado, no se aloja en ningún templo, parroquia, club, partido, institución. Algunos, tal vez muchos ya se van dando cuenta que los saberes, los significados, no nos preceden, no están allí esperando a ser descubiertos, no pueden comprarse ni venderse, menos aún transmitirse. También fuiste un pionero en darte cuenta que la insignificancia era el signo de la época por más que los gurúes se la pasen pregonando que hemos entrado en la era de la información. O tal vez justamente por eso, porque nosotr@s ya no confundimos información con saber, ni conocimiento con pensar. Nosotr@s ya sabemos, o deberíamos saber, que el sentido no se «encuentra» sino que tenemos que inventarlo, engendrarlo, cultivarlo, cuidarlo. Aunque el negocio de los formadores de formadores de formadores esté en plena expansión, aunque la gestión del conocimiento sea el último grito en las páginas de Internet, aunque la insignificancia siga avanzando, también va aumentando la potencia de otro pensamiento, de otra actividad de configuración, de otro modo de lazo y de encuentro: el nosotr@s.

Cuando la verdad y el sentido se han desacoplado, cuando el conocimiento tiene un carácter evanescente, cuando no hay escala de valores universales para subir al paraíso, pensar(nos) se vuelve una tarea crucial. Sólo que pensar ya no es un sinónimo de saber, ni de conocer, no es una tarea meramente intelectual, ni el producto de un etéreo yo racional. Pensar ha devenido actividad vital, fuente de sentido y de existencia. Como bien lo dijiste:

La existencia ya no es un dato sino que es producto de un trabajo – al desfondarse toda certeza, el camino para percibir que uno existe es el pensamiento: se existe por la vía del pensamiento – lo que no es seguro es que sea yo el que piensa y que sea yo el que existe: uno existe por un efecto de pensamiento, pero ya no es tan claro que es yo el que piensa. (Ignacio Lewcowicz, Nosotros, el pensamiento y la existencia El sujeto después de 19/20.)

Hemos entrado de lleno a un tiempo en que tenemos que vivir sin garantías, pensar sin certezas. No es fácil, pero no me quejo, prefiero seguir pensando con amigos, con los que están y también con los que se han ido. Mi despedida Ignacio, se la dejo al poeta:

 

—¿la vida, cuándo fue de veras nuestra?,

¿cuando somos de veras lo que somos?,

bien mirado no somos, nunca somos

a solas sino vértigo y vacío,

muecas en el espejo, horror y vómito,

nunca la vida es nuestra, es de los otros,

la vida no es de nadie, todos somos

la vida —pan de sol para los otros,

los otros todos que nosotros somos—,

soy otro cuando soy, los actos míos

son más míos si son también de todos,

para que pueda ser he de ser otro,

salir de mí, buscarme entre los otros,

los otros que no son si yo no existo,

los otros que me dan plena existencia,

no soy, no hay yo, siempre somos nosotros,

la vida es otra, siempre allá, más lejos,

fuera de ti, de mí, siempre horizonte,

vida que nos desvive y enajena,

que nos inventa un rostro y lo desgasta,

hambre de ser, oh muerte, pan de todos,

(Octavio Paz, fragmento de “Piedra de sol”)

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