Un seminario para pensar y las prácticas grupales y comunitarias
Más información: aquí
En mi próximo seminario virtual vamos a trabajar sobre la percepción, la potencia de ser afectados, la construcción y de la experiencia y los modos de narrarla y compartirla
Les dejo un videito en que les cuento un algo de lo que vamos a trabajar. Tienen más información aquí
y si quieren inscribirse escríbanle a Nat: travesias.nat@gmail.com
Comienzan los grupos anuales de pensamiento.
A quienes estén interesades les pido que me escriban lo antes posible a denisenajmanovich@gmail.co
Llevamos ya un año desde el incio de la pandemia. Los cuidados necesarios no han sido aún comprendidos, en muchos casos se limitaron al control que en muchos lugares fue más bien represión, en otros se nos habla de la responsabilidad individual sin comprender que la responsabilidad es siempre vincular y en estos casos es crucial que sea el fruto de la activa participación comunitaria.
No es de extrañarnos que esto ocurra en una cultura donde la seguridad reemplazó el cuidado, en la que éste se concibe más como control que como encuentro potenciador, en que se prefieren protocolos (aunque raramente funcionen) a la atención cuidadosa, en la que nadie cuida a los que cuidan y en la que muchxs preferiríamos evitar o limitar algunos de los cuidados que nos imponen.
Hoy más que nunca es preciso pensar los cuidados, su ambiguedad y su importancia, sus capturas y sus desafíos, para revitalizar la vida y la convivencia comprendiendo que no estamos aislados sino entramados, que no somos individuos independientes, sino parte entre partes en un planeta herido en buena parte por nuestra incomprensión.
Les dejo una breve reflexión a partir del spot del Gobierno argentinos sobre Cuidadanía.
Este 20 de enero tuve el honor de volver a ser invitada al Congreso del futuro, mi presentación fue: «Cuidadanía en la ciudadanía para revitalizar la vida». Una invitacion a repensar y transformar todo…para no volver a la normalidad. Les dejo aqui el video
Nosotras nos tomamos en serio la cuidadanía.. y prevenimos su vaciado de contenido con humor
Desde hace unos días el gobierno lanzó una campaña de prevención con un spot publicitario del gobierno nos propone que “Practiquemos la cuidadanía para evitar la segunda ola de COVID-19. Seamos responsables y solidarios.” La voz de Saborido invita a quienes se cuidan a resistir a los ataques de los “perejiles”.
El video se inicia con la frase “Hacemos prevención con humor, porque esto es algo serio”… terminando con “Señor cuidadano, no haga caso a la gilada y sea orgulloso miembro de la comunidad… practiquemos la cuidadanía”.
Advertimos el llamamiento al “Señor cuidadano” y allí se encienden todas nuestras alertas. ¿Desde cuando el “cuidadano” es un varón? En toda la historia de nuestra cultura los cuidados estuvieron a cargo de las mujeres, y precisamente por eso fueron degradados, desconsiderados y, por lo general, ni siquiera agradecidos. Sólo en nuestro país las cuidadanxs, en su inmensa mayoría mujeres, aportan el 15% de Producto Bruto Interno sin ningún reconocimiento ni remuneración.
La cuestión de género nunca es menor en nuestra cultura y el video lleva a que se borre con el codo lo que se escribe con la mano: el “señor cuidadano” es un individuo solitario contra la “gilada, los ignortantes y los perejiles” y que aparece como un héroe en su decisión y resistencia. Un solitario con “conciencia solidaria” que en el video lo único que expresa verbalmente es: “Me estoy cuidando”.
La cuidadanía es una propuesta feminista para todes, un modo diferente de habitar la convivencia comprendiendo que somos entredependientes y no individuos aislados.
La propuesta feminista de cuidadanía no busca la heroicidad, ni degrada a los que no coinciden, sino que pone la vida en común en el centro respetando a todes, incluso a los que piensan distinto, o directamente no piensan. No es conciencia moralista, es despliegue de vitalidad en el cuidado mutuo, albergando la diversidad. Es hacerle las compras a los adultxs mayores, apoyar a los médicxs del edificio, salir lo menos posible, comprar en las cercanías para sostener a los pequeños comercios, colaborar con los comedores populares, y miles de otros pequeños grandes gestos que hacen a la convivencialidad.
La propuesta de la cuidadanía es hacer visible la vulnerabilidad de la vida y al mismo tiempo su potencia cuando promovemos prácticas colaborativas basadas en redes de apoyo mutuo y democratización de los cuidados.
Como destaca Laura Kravetz: “La salida no es solidaria, es colectiva”. No precisamos más héroes ni resistentes, necesitamos personas capaces de habitar la experiencia compartida.
No queremos seguir acaparando el cuidado que el patriarcado nos delegó, deseamos compartirlo, extenderlo, ampliarlo, y sabemos que nunca lo lograremos si calificamos y tratamos a los que no están de acuerdo como “la gilada” o “los ignorantes”.
El video termina con el “señor cuidadano” guiñando el ojo y bajándose el barbijo… es decir descuidándose. Nuevamente se encienden las alarmas: Qué lejos están de los cuidados los que produjeron este spot, y que cerca de la publicidad y sus guiños.
El humor… ausente salvo en la declaración en off.
La cuidadanía sí es alegre porque es potencia vital, práctica cotidiana. Ya aprendimos que lo personal es político, y el cultivo del cuidado común, fuente poética y generativa.
En la propuesta de cuidadanía no hay espacio para el juicio, la burla y el sarcasmo. Promovemos la conversación tensa e intensa en la diferencia, desde la legitimidad de todes.
Todavía felices con la aprobación de la ley del aborto y las importantes decisiones que se viene tomando con la creación de los ministerios de las mujeres géneros y diversidad, saludamos el intento del uso del término CUIDADANIA, pero trabajaremos arduamente para que no se lo vacíe de contenido y se continúe profundizando.
Firmas
Ana Lorenzi, Anahí Almasia, Carolina Huffmann, Cecilia Ciancio, Constanza Eliggi, Daniela Ferlan, Daniela Maturano, Denise Najmanovich, Irene Bilmes, Lucila Guichón, Lucía Squillacioti, Luciana Lima, Maria Gabriela Sanchez, Mirella Villanueva, Susana Torres Molina, Verónica Laura Molinero, Virginia Brarda.
Conferencia realizada por la Dra. Denise Najmanovich hablando sobre CUIDADANIA:
Aquí el link con el spot al que hacemos referencia:
13 de junio de 1996
Nueva York
Querido Borges:
Con la organización de «Espíritu Guerrero» hicimos una tertulia para expandir nuestros modos de pensar, compartir, conversar.
En mi próximo semimario, para el que faltan apenas unos días para comenzar tendremos un espacio-tiempo para pensar con otros una relación diferente con la naturaleza, con les otrxs, con nosotrxs mismos. Para inventar otros juegos que nos permitan salir de las capturas metodológicas y gestar nuevas comprensiones, narraciones, conversaciones que nos potencien. Un seminario que explorará otros modos de vivir-convivir, otros sentidos y otras prácticas de cuidados, poniendo la vida en el centro.
Lxs interesadxs escriban a travesias.nat@gmail.com que ya quedan muy pocas vacantes! Más información aquí
Ser parte de la naturaleza: el fin de la excepción humana
En el trayecto hacia mi próximo seminario virtual: «Cuidadanía, Convivencialidad y Complejidad» los invito a una tertulia para pensar estos tiempos pandémicos desde otras miradas que ni suponen ni desean una «normalidad» sino una vida plena en el encuentro y respeto de todes.
Actividad gratuita. Los invito a participar y a difundir.
Inscripcion previa acá: https://forms.gle/9VcqCSZNBPjYZSrz5
Les comparto esta nota a mi entender crucial para pensar los tiempos que estamos viviendo, y sobre todo para gestar activamente un modo de existencia que promueva la vida en lugar de apropiarla.
Es una reseña de la obra de Donna Haraway, que es una de la autoras que han nutrido mis reflexiones y que es parte del tejido de mi próximo seminario.
Pueden encontrarla aquí
Les dejo también el temario del seminario virtual que comenzará el 12 de Agosto…si se tientan escriban pronto a travesias.nat@gmail.com
Formando parte del ciclo (RE!)PARAR Les comparto el video del encuentro: Ciudad de los cuidados en el que tuve el gusto de participar con Mara Sánchez Llorens y Carolina Quiroga. La atmósfera común fue la de pensar por fuera de los mandatos, abrir otras formas de pensar-habitar-gestar la ciudad desde los cuidados…un tema que trataré a fondo en mi próximo seminario «Cuidadanía, Convivencialidad, Complejidad» (más información aquí)
Entrevista con Isabelle Stengers, tal vez la más importante filósofa francesa viva. Un lujo de potencia y humildad.
No olvidar activar los subtítulos en castellano
Les comparto mi video charla Virtual organizada por el grupo «Salud Mental y Salud pública» para que el tiempo de cuarentena no nos distancie del pensamiento ni de la comunidad.
Entrevista a Denise Najmanovich realiza por El faro digital
Les comparto el video de mi clarla: El pensamiento vincular en tiempos de Pandemias
Videocharla vía Zoom para pensar en estos tiempos agitados.
Se quedó mucha gente afuera, así que para lxs que no pudieron participar comparto la grabación y lxs invito especialmente a reflexionar sobre estos temas y otros más en el seminario virtual que está por comenzar «Complejidad Contemporánea: ¿Sociedad de Control o Ética del Encuentro?».
En la situación actual sus contenidos se han vuelto más necesarios…y hasta urgentes, para no sucumbir al miedo y abrir oportunidades hasta ahora impensables.
Una invitación a pensar la pandemia en la trama de la vida sin quedar cautivos del control, el miedo, y la nefasta épica de la guerra. Es preciso salir de la captura del foco instituido e indagar en la generación de la pandemia, comprender las relaciones ecosistémicas y nuestra participación en ellas para gestar transformaciones en nuestro modo de existencia que nos ayuden a no volver a la normalidad, porque la normalidad es el problema.
Un espacio para dejarnos sorprender por lo que está aconteciéndonos en lugar de encajarlo en lo ya sabido.
Espero que les guste la propuesta y se sumen escribiendo a denisenajmanovich@gmail.com
JUEVES 9 DE ABRIL – 11.30 AM (GTM-3) – GRATIS
Hace 15 años que te fuiste, y aún tus ecos siguen resonando en nosotrxs. En aquel tiempo te despedí con una carta en Campo Grupal. Hoy la releí y la suscribo con el mismo énfasis, auque el estupor haya pasado y el dolor se hay atenuado, te seguimos pensando Nacho. Ya no usamos la @, decimos Nosotrxs, o Nosotres, pero seguimos buscando modos de gestar un pensar colectivo que promueva la vida, que genere sentidos comunes en lugar de quedar cautivos en lo ya sabido.
Por Denise Najmanovich
Uno sólo muere cuando esta solo.
Perplejos y desasosegados. Así nos encontramos, Ignacio. En estos -pocos- días desde que te fuiste me acompañaron tus libros, los mails que no sé por qué guardé, los recuerdos. En un itinerario ni prefijado ni forzado, fueron surgiendo analogías, dibujándose cuestiones, estableciéndose conexiones que finalmente han ido tomando cuerpo en este texto.
No podemos evitarlo. Seguimos pensando. Pensamos con una intensidad disminuida, un poco confusos, sintiendo tu falta. Aún así no podemos –ni queremos- evitarlo, pensamos por vocación y por vicio, por necesidad y por impulso. Pensamos en plural, ya que hemos aprendido que al singular le excede este cometido. Hoy la potencia de nuestro plural está encogida, atenuada…pero insiste.
Ya sé que si pudieras leer esto estarías sonriendo: he estado oscilando entre el plural y el singular: ¿Un “golpe de estado” del ego? ¿o será que no es fácil habitar el nosotr@s? ¿habrá sido sólo la inercia de la gramática o fue más bien la prepotencia del yo la que me hizo deslizar por el tobogán sintáctico? Como te gustaba decir: depende. Tal vez un poco de cada cosa y algo más que ha de quedar en el misterio.
Ya era difícil hablar de la experiencia que hasta anteayer considerábamos totalmente propia, íntima, exclusivísima, en clave de “nosotros”. Tenemos además que vérnosla con la arroba. ¡Qué escándalo!.
Sin embargo, no podía ser de otra manera: cuando el yo se evapora en las aguas, se desvanece también el género. ¿Qué nos queda? Tal vez todo esté allí, pero revuelto, transfigurado, gracias al eterno baile entre la permanencia y el cambio, entre el nacimiento y la muerte. El “Ser” (si, ese que iba siempre en mayúscula, aquel para el que el tiempo era tan sólo una eternidad móvil) está metamorfoseándose en devenir, en advenir, en estar siendo.
¿Quién piensa cuando la gramática se ha alterado? ¿Qué significa pensar? Estas cuestiones te/nos acuciaban, nos urgían, nos estimulan (como verás el entrevero temporal no es menor que el de personas y géneros). En tus seminarios, en las mesas redondas, en las conversaciones casuales, en la conferencias que dictabas, y me atrevo a conjeturar que también bajo la ducha o en el café, ibas tejiendo una nueva trama, una textura diferente de propuestas (no meras respuestas) que tomaron forma pública en la página Web del Estudio, y sobre todo en tu último libro: “Pensar sin estado. La subjetividad en la era de la fluidez”.
Qué extraordinario regalo nos legaste, Ignacio. Qué atrevimiento el tuyo de escribir sin una cita que te proteja a cada paso, sin jerga que te sostenga en la pertenencia a un club, sin concluir, ni cerrar, haciendo honor a tus palabras cuando dijiste que: “pensar todo de nuevo implicaba también pensar de nuevo cómo se hace para pensar”.
En tu “Nosotros. Apuntes para una microfísica del pensar” nos contabas una escena maravillosa de la película Kaos de los hermanos Taviani, realizada en base a cuentos de Pirandello. Aquella en que el mismísimo autor está conversando con su madre que acaba de morir y lamenta su pérdida diciéndole: “Cuando estabas viva sentada en ese mismo sillón yo podía pensar «Si ella desde lejos me piensa, yo estoy vivo«.
Hoy ya no contamos con vos Ignacio para que nos pienses. Sin embargo, hay preguntas que nos siguen incitando, tus textos nos siguen acompañando y seguimos siendo nosotr@s, aunque no somos los mismos. Es más, seguirás existiendo en nosotr@s, porque nadie muere si no está sólo, y vos estabas en nosotr@s y seguiremos pensando(te).
En esta era de la globalización, de la erosión del estado, del colapso del ego en que vivimos simultáneamente el imperio de la insignificancia y la desmesura del individualismo, la existencia se ha vuelto precaria. Nos sentimos frágiles, huérfanos de garantías, erosionados los pilares que nos sostenían. El sentido ya no viene dado, no se aloja en ningún templo, parroquia, club, partido, institución. Algunos, tal vez muchos ya se van dando cuenta que los saberes, los significados, no nos preceden, no están allí esperando a ser descubiertos, no pueden comprarse ni venderse, menos aún transmitirse. También fuiste un pionero en darte cuenta que la insignificancia era el signo de la época por más que los gurúes se la pasen pregonando que hemos entrado en la era de la información. O tal vez justamente por eso, porque nosotr@s ya no confundimos información con saber, ni conocimiento con pensar. Nosotr@s ya sabemos, o deberíamos saber, que el sentido no se «encuentra» sino que tenemos que inventarlo, engendrarlo, cultivarlo, cuidarlo. Aunque el negocio de los formadores de formadores de formadores esté en plena expansión, aunque la gestión del conocimiento sea el último grito en las páginas de Internet, aunque la insignificancia siga avanzando, también va aumentando la potencia de otro pensamiento, de otra actividad de configuración, de otro modo de lazo y de encuentro: el nosotr@s.
Cuando la verdad y el sentido se han desacoplado, cuando el conocimiento tiene un carácter evanescente, cuando no hay escala de valores universales para subir al paraíso, pensar(nos) se vuelve una tarea crucial. Sólo que pensar ya no es un sinónimo de saber, ni de conocer, no es una tarea meramente intelectual, ni el producto de un etéreo yo racional. Pensar ha devenido actividad vital, fuente de sentido y de existencia. Como bien lo dijiste:
La existencia ya no es un dato sino que es producto de un trabajo – al desfondarse toda certeza, el camino para percibir que uno existe es el pensamiento: se existe por la vía del pensamiento – lo que no es seguro es que sea yo el que piensa y que sea yo el que existe: uno existe por un efecto de pensamiento, pero ya no es tan claro que es yo el que piensa. (Ignacio Lewcowicz, Nosotros, el pensamiento y la existencia El sujeto después de 19/20.)
Hemos entrado de lleno a un tiempo en que tenemos que vivir sin garantías, pensar sin certezas. No es fácil, pero no me quejo, prefiero seguir pensando con amigos, con los que están y también con los que se han ido. Mi despedida Ignacio, se la dejo al poeta:
—¿la vida, cuándo fue de veras nuestra?,
¿cuando somos de veras lo que somos?,
bien mirado no somos, nunca somos
a solas sino vértigo y vacío,
muecas en el espejo, horror y vómito,
nunca la vida es nuestra, es de los otros,
la vida no es de nadie, todos somos
la vida —pan de sol para los otros,
los otros todos que nosotros somos—,
soy otro cuando soy, los actos míos
son más míos si son también de todos,
para que pueda ser he de ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia,
no soy, no hay yo, siempre somos nosotros,
la vida es otra, siempre allá, más lejos,
fuera de ti, de mí, siempre horizonte,
vida que nos desvive y enajena,
que nos inventa un rostro y lo desgasta,
hambre de ser, oh muerte, pan de todos,
(Octavio Paz, fragmento de “Piedra de sol”)